Castellers y diablos son dos símbolos reconocibles de la cultura catalana
La declaración de las torres humanas como Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco ha dado un espaldarazo a una tradición muy arraigada en Cataluña, como también lo es el fuego. No hay fiesta popular sin actuación de diablos. No hay que percerse la Patum de Berga, auténtico infierno en la tierra para celebrar el fin de la cuaresma. La tradición de construir torres humanas en las plazas catalanas comenzó en Valls (Tarragona) hace 200 años y aunque al principio estaba delimitada al área de Tarragona y en la comarca del Penedès, se ha extendido a toda Cataluña en los últimos 50 años. Hasta convertirse en una imagen internacional de Cataluña.
Si le interesa este reportaje contacte con nosotros.